escalera: Antirespuesta en cuanto a Nietzsche

jueves, julio 29, 2004

Antirespuesta en cuanto a Nietzsche

Como diría Sardà, me alegro de que me hagas esa pregunta. Un servidor ha podido leer al Nietzsche filólogo en Más allá del bien y del mal, y al romántico-humanista en Así habló Zaratustra.

El primero es una crítica feroz contra el antropomorfismo cegador de la verdad, cuya estela olfateó Nietzsche tanto o más que los griegos: por eso se pelea con la verdad absoluta y la concentración mítica de equivalencias platónico-cristianas. Decir que A es B es un exceso simbólico, en siendo A y B dos elementos terriblemente imbuidos por lo otro, lo que hay fuera; éstos son los orígenes de la deconstrucción. Nótese que su denuncia del antropomorfismo es un perfecto paradigma de deconstrucción: nuestra percepción de los objetos no es la realidad "real", puesto que al asociar una palabra al objeto real y al integrar ese objeto en nuestro mapa cognitivo se desrealiza. O sea, humanizamos la realidad (¿podría ser de otra forma? Véase Schopenhauer). Y humanizar un objeto es llevarlo lejos de lo que es, para acercarlo a lo que es para nosotros. ¿Por qué esto es deconstrucción? Porque tiene en cuenta lo otro, lo no humano, lo que es y no queremos o podemos ver. La otra orilla. Este Nietzsche filólogo provoca en mí una cierta complicidad intelectual axiomática.

El lector puede disfrutar del filósofo romántico en Así habló Zaratustra, uno de los libros más pesados, interesantes y enigmáticos que jamás se hayan escrito. Zaratustra es el eremita solitario ávido de compañía, el héroe absoluto de la austeridad golosa, el pastor que no quiere y quiere rebaño: el oxímoron. El mensaje de Zaratustra es: "Soy la luz, soy el camino; ¡no me sigáis!". La poesía es el elemento que añade más complejidad al libro. El problema es también aquí de carácter filológico: nudo de entendimientos claros. ¿Qué hay entre el ser y el no ser?, que diría Pessoa. ¿No hay un casi ser? ¿Es el oxímoron una verdad fuera del hombre? La otredad llega a Nietzsche cegadoramente y con violencia romántica; la otra orilla, la esencial heterogeneidad del ser (véase la cabecera de Escalera), los magmas oscuros de fuera del hombre, etcetera, son la leche, el cruasán, el pollo del mediodía, la merienda, la cena y la cerveza polaca del Übermensch nietzscheano.

Sin intención de conciliación: lo otro es lo que hay de común en toda la obra de Nietzsche. Creo que este punto ha sido justificado filosóficamente en esta breve antirespuesta. Lo otro en la deconstrucción es algo inevitable para Derrida; lo otro en lo romántico es un puente de madera que ya pisó Hölderlin y que Heidegger y otros poetas filósofos cuyo nombre no quiero nombrar quemaron.

Pero es cierto que el humanismo y el antihumanismo han sido inspirados, en cierta forma, por Nietzsche. "¿Qué reivindica Nietzsche? ¿El sujeto vital, la pasión humana? ¿O bien la disolución del sujeto y el olvido de todo humanismo?", pregunta Joan Pau Inarejos. Esa elección, en mayor o menor medida, la han hecho todos los filósofos y lingüistas del S.XX. Pero a tenor de lo explicado anteriormente, mi humilde opinión es que la pasión humana (romanticismo) y la "disolución" del sujeto (antihumanismo) son coherentes y complementarias. O son lo mismo (Heráclito). Y para más gloria de mi pobre argumento, me remito a la antiliteratura y al placer que busca Beckett en la infelicidad ("Unhappiness is funny", dice el irlandés de  lo amargo); y para más besos divinos, me permito sugerir echar un vistazo a la antipintura de Joan Miró, que es pintura en fase superadora del surrealismo, o sea, superadora de lo superador, que viene a ser y es, si se me permite la osadía, pintura romántica.

5 comentarios:

Joan Pau Inarejos dijo...

Estaba pensando en cómo rizar el rizo. Cuando decimos que 'humanizar' las cosas (antropomorfismo) es engañarse parece que digamos que estamos distorsionando la realidad. Pero, ¿Qué realidad?

Si existe lo absolutamente 'otro', el noúmeno no-humano, la realidad en si, ¿nos es accesible de algún modo?

Creo que el 'error' no ha sido dar forma humana a la 'realidad' sino tomar por real lo que era una creación humana (arte). 'Todo es metáfora', luego todo es humano. Este inmenso juego se convirtió en dogma, y el humanismo arrogante lo echó todo a perder.

La fosilización de las metáforas nos ha hecho olvidar que lo más fascinante y característico del hombre es la creatividad: la capacidad de inventarse un mundo y jugar en él. Nada es real: sólo él. Esto es para mí la semilla del humanismo 'humilde', post-Schopenhauer, post-Nietzsche.

¿Qué hay fuera de los 'mundos posibles' humanos? ¿Si no soy un sujeto creador qué soy? ¿Una subjetividad sin yo? ¿Y el mundo? ¿un panteísmo sin Dios?... Esta terrible pregunta parece imposible de responder...

Espero + feed-back de Mr Morgar

MORGAR dijo...

Lo absolutamente otro es desconocido, y por ello la ciencia que lo estudia es la poesía, con su método y su torpeza dialéctica. Y sí: es inaccesible, aunque no por ello renunciable.

¿Es un error humanizar el mundo? Totalmente de acuerdo contigo: no. ¿Contradice esto a Nietzsche? El recurso a lo antropomórfico es a menudo una cortina de humo para bajar los brazos y renunciar a investigaciones filosóficas. Ya que humanizar el mundo es desrealizarlo, no se puede tener acceso a "la realidad" y, por tanto, no vale la pena sudar la gota gorda. Nietzsche jamás diría esto. Quizá podríamos situarnos en otro plano. ¿Lo realmente dañino es lo antropomórfico o lo antropocéntrico? Este último concepto es más acertado; y además tiene mucho que ver con la Weltanschauung griega ("El hombre es la medida de todas las cosas", Protágoras).

En realidad, ni siquiera lo antropocéntrico lo considero negativo. Sin embargo, sí que lo es la exacerbación del subjetivismo hasta lo patológico; el yo homogéneo, el paroxismo de lo humano. Esto lo criticaba muy bien Antonio Machado: éste es el origen de la inmovilidad de la condición humana, la incomunicación con las cosas y el vicio por la antropoclausura. En fin: el desprecio por lo excéntrico (sic); el desdén por lo que queda fuera de nuestra piel.

Ser y saberse humano no puede ser decir a la sublime verdad.

MORGAR dijo...

¿Es que nadie lee esto y repara en las incoherencias? Quería decir "no se puede decir no a la sublime verdad". Otras cosas no tienen sentido.

Anónimo dijo...

Caeis en un error me parece (desde mi humilde posición) vosotros tratais a nietzsche partiendo de la metafísica...y cualquiera que haya comprendido la critica a la metafisica niecheana comprende q la metafisica qeda destruida partiendo de la psicologia.

Anónimo dijo...

AUNQ CIERTO MUY CIERTO ES QUE HEMOS DADO MATERIA A LOS CONCEPTOS ABSTRACTOS... EN PARTE ES EL NACIMIENTO DE DIOS. LA CRITICA A LA EPISTEMOLOGÍA ES SIN DUDA RELEVANTE EN LA FILOSOFIA DE NICHE SIN EMBARGO NO OLVIDEMOS Q PARA NICHE EXISTE UNA FORMA DE COMUNICACION ATRAVES DE LA INTUICION: LA POESIA Y EL AFORISMO, LA PINTURA Y LA MUSICA, LA GAYA CIENCIA.