Sobre mi novela
El anuncio de que Morgar está escribiendo una novela, que llegó a finales de 2007, supuso, como ya apuntamos en este blog, un mazazo para Joan Pau, estrecho amigo de Morgar cuya pulso lírico es capaz por sí sólo de mantener con vida la literatura durante siglos.
Crear. Qué escurridizo vocablo, en efecto, bienamado compañero. Y qué ligereza e imprecisión al hablar de la 'vida de la literatura'.
El día de ayer, 29 de febrero, que no tendría que haber existido porque es una suma de las seis horas de los últimos cuatro años, ha dado un vuelco a la estructura de la novela -que de momento no llega a las treinta páginas- y le ha dado su forma definitiva.
No tengo la suficiente autoridad como para oponerme a la escritura de este libro. Pero sí que puedo decir -porque la novela la hago yo- que el proceso va a ser mucho más rápido de lo que pensaba. Me reconforta, también, que las nuevas ideas son ya genuinamente morgianas. Tras unos meses de lances sexuales, mi proyecto literario y yo hemos entrado en una relación de profunda identidad y misterio.
Se me ha despejado la mente, que tan sólo está preparada, creo, para explicar experiencias insondables, probablemente por su naturaleza cualitativa, componente del mundo que ni la ciencia ni la filosofía han sabido de momento analizar. Tampoco la literatura, que busca la verdad en la ficción. Menuda astracanada.
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